egún diferentes encuestas lo que más preocupa a los menopaúsicos es la sexualidad. En esta etapa sienten menos interés sexual y aumenta el temor respecto a las relaciones sexuales. Ello deriva en que tienen más actividad masturbatoria y menos interés en su pareja.
Andropausia, la menopausia del hombre
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Es algo más que la crisis de la madurez, afecta desde su visión de la vida hasta su capacidad para mantener una erección
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Los síntomas más comunes que pueden acompañar esta condición son: s ofocos, sudores, insomnio, nerviosismo, irritabilidad y cansancio, reducción de la sensación de bienestar, falta de motivación, baja energía mental, problemas de memoria a corto plazo, depresión, menor actividad sexual y erecciones de menor rigidez.
Además de una disminución en el ímpetu sexual, a menudo hay pérdida de entusiasmo en la vida profesional o laboral... también a menudo fatiga, abulia, agotamiento y depresión, con un sentido de desesperanza e impotencia.
Físicamente hay a menudo rigidez y dolores en los músculos y articulaciones o síntomas de gota y un deterioro rápido del nivel de forma física. Puede haber también signos de envejecimiento acelerado del corazón y de la circulación.
El diagnóstico de la menopausia masculina es complejo, ya que no existe ninguna prueba definitiva para detectarlo. El nivel bajo de testosterona en la sangre no es suficiente para diagnosticarlo. La combinación de diferentes síntomas sugerentes y señales físicas, junto con un bajo nivel de testosterona en la sangre, deberían elevar la sospecha del paciente.
En cuanto a su tratamiento, existen opiniones contrapuestas entre los médicos acerca de este problema. Así, mientras que muchos médicos no creen ni que exista la menopausia masculina y no ofrecerán tratamiento, otros son decididos partidarios de su existencia y la diagnostican con frecuencia.
Sufren pérdida de erección y menor eyaculación durante la actividad sexual, llegando incluso a perder la eyaculación. Todo ello les causa ansiedad y preocupación. Muchos de ellos se obsesionan por tener parejas más jóvenes y también aumentan sus fantasías sexuales con otras parejas. Otros se llegan a implantar una prótesis.
La andropausia, viropausia o menopausia masculina marca una etapa importante en el hombre. Debe enfrentarse a los cambios que se producen en su cuerpo: alteraciones hormonales, físicas, químicas, psicológicas y sexuales, y no dejarse caer en la depresión o en el abandono de su sexualidad. Dos de las características de la andropausia son la pérdida de interés por el sexo y la pérdida de la potencia eréctil.
Normalmente en el hombre no hay un cese brusco de la producción de la hormona testosterona, como ocurre en la mujer con los estrógenos provocando diversos cambios biológicos y metabólicos, el hombre tiene síntomas a mucho más largo plazo sufriendo una menor producción hormonal paulatina. Los transtornos que provoca normalmente quedan escondidos por otros que suelen padecer a esta edad como pueden ser los síntomas de enfermedades crónicas. Sin embargo la viropausia se puede manifestar también de forma repentina. Se desencadena por una caída en los niveles de las hormonas sexuales, influyendo también otros factores como la pérdida del ser querido, el divorcio, pérdida de empleo o enfermedades o lesiones físicas. Si se sufre un descenso hormonal drástico, los hombres tienen los mismos síntomas que las mujeres: sofocos, nerviosismo, sudores, taquicardia, irritabilidad, transtornos del sueño…
El hombre tiene que tener en cuenta que el nivel bajo de testosterona incide en su pérdida de masa ósea y en su fuerza muscular. Su deseo sexual se va desvaneciendo, la memoria se debilita y suele aparecer cierta irritabilidad en su carácter. En algunas zonas del cuerpo, en especial en el abdomen, se acumula la grasa. El bello pierde fuerza y en algunos casos llega a desaparecer.
Hay también otros síntomas como la pérdida o falta de confianza en las facultades intelectuales, dificultad en concentrarse, fatiga rápida en tareas habituales, menor resistencia física, pocas motivaciones, retraso en la toma de decisiones, sentirse solo…
Muchos hombres, después de cumplir los 50, se aterrorizan cada vez que van a cumplir años, se angustian y se asustan por el temor a envejecer y perder sus facultades, tanto sexuales como intelectuales.
Hay tres temas principales a los que temen los andropáusicos:
La impotencia.
La calvicie y
Los problemas de próstata.
Sería bueno que el hombre se acostumbrara a visitar a un urólogo periódicamente para prevenir casos como el cáncer de próstata. Tengamos en cuenta que una disfunción eréctil puede ser un síntoma de una anomalía cardiovascular.
Para poder aceptar, reconducir y aliviar estos temores, es muy importante hablarlo con alguien de confianza, y si es la pareja mucho mejor. La pareja puede ayudar, con argumentos, a aceptar su menopausia y darle la seguridad que le falta. Puede indicarle formas diferentes de organizar su vida: disfrutar de lo que se tiene y saber valorarlo, pensar y reflexionar sobre esta etapa que, a la que todo ser sano llega, y que no es ninguna tragedia, antes al contrario, puede ser una época llena de satisfacciones. En este periodo de su vida puede empezar a hacer actividades diferentes especialmente si son deportivas.
Tendrá que estudiar qué estilo de vida llevaba hasta ahora y, si es necesario, cambiarlo. La alimentación será equilibrada ya que hay que vigilar que las arterias no se sobrecarguen de grasas y evitar enfermedades cardiovasculares. Para ello el ejercicio es primordial: hacer gimnasia, caminar, nadar, aficionarse a algún juego al aire libre como el tenis o el golf. El ejercicio en esta etapa de la vida debe ser moderado pero continuo.
Factores de riesgo:
Sexualidad
En la menopausia, el hombre necesita más tiempo de estimulación, por lo tanto se necesita más tiempo para hacer el amor. La erección es menos firme y la compañera puede ayudar a culminar el orgasmo. A los hombres con eyaculación precoz, al hacerse mayores, les suele desaparecer sin tratamiento.
La sexualidad en la menopausia está en función de lo que se ha hecho. Si no se le ha dado mucha importancia, no hay gran problema en asumir los cambios. Si, por el contrario, se ha llevado una vida sexual intensa, el andropaúsico tiene más posibilidades de encontrar otras maneras de canalizar su pasión. La llave es darse márgenes y no exigir más de lo que se puede dar. En el hombre el deseo erótico se da hasta edades avanzadas, pero la función sexual se modifica.
Tratamientos
Se usan ya para el hombre tratamientos de terapia hormonal (terapia de sustitución de testosterona), principalmente suplementos de testosterona que se fabrican en gel, facilitando así su uso que hasta ahora era en forma de parches o inyecciones. Pero como no hay muchos estudios sobre esta terapia, no se saben exactamente los efectos a corto y a largo plazo.
Otros tratamientos son con: Apomorfina, Fentolamina (Vasomax) o Viagra.
Ningún tratamiento ha de tomarse si no ha sido recetado por un especialista.
Envejecimiento
El cuerpo humano acusa el paso del tiempo. El aparato locomotor es el primero en envejecer: los huesos son más porosos, menos sólidos y más frágiles. Los cartílagos de las articulaciones presentan erosiones y artrosis y los músculos pierden tono y elasticidad. Los resfriados son más habituales, las digestiones más pesadas, se nota más el cansancio y empiezan a manifestarse diferentes enfermedades.
El envejecer por si mismo no es una enfermedad. No obstante existen investigaciones (EE.UU., Reino Unido) que indican que los bajos niveles de la hormona testosterona y, a veces, los bajos niveles de estrógenos en el organismo del menopáusico están relacionadas con las enfermedades cardiovasculares. Las funciones orgánicas a partir de los 55 años se deterioran cerca de un 0,5 % anual. Hay que procurar llevar un estilo de vida apropiado para que esta pérdida no aumente.
El ejercicio físico y una dieta adecuada son terapias naturales contra el envejecimiento, la depresión y las dolencias cardiovasculares